El proyecto Crónicas desde el exilio, es una plataforma de investigación, intervención y creación escénica en relación al desastre nuclear ocurrido en la región de Chernobyl durante el año 1986 dentro del área considerada hoy como zona de exclusión. El objetivo de este programa consiste en la generación de un sistema de prácticas teatrales basadas en la indagación de nuevos expedientes de la memoria que han arrojado las crónicas testimoniales tanto de los habitantes de la antigua ciudad de Prypiat como de los espacios que la componen en conmemoración a los treinta años de haber ocurrido la catástrofe nuclear. El proyecto pretende formularse como un sistema de creación múltiplique que instale escenarios de reflexión y alternativas reconstrucción simbólica convocando nuevas interrogantes y caminos de indagación escénica, fuera del sensacionalismo periodístico y el lugar común de la documentación referida a la tragedia. Compuesto por el programa Teatro para el fin del mundo, el dramaturgo Angel Hernández y la actriz mexicana Alicia Laguna el proyecto en una primera fase se ha visto compuesto por una expedición de estudio y valoración a la llamada zona de exclusión contaminada aun por los efectos irreversibles de la radiación, generando un levantamiento especifico de espacios y objetos pertenecientes a las millones de familias evacuadas durante la contingencia. En el contexto de una Ucrania comunista aun perteneciente a la unión soviética, este episodio irrumpe mundial mente como el peor desastre ambiental de la historia, sembrando diversas interrogantes ante lo que se ha mantenido bajo el status de "accidente nuclear" provocado por una práctica de simulacro fallido.
